CARLOS ROCES FELGUEROSO
Don Gaspar de Jovellanos, en su discurso inaugural del Instituto,
el día 7 de enero de 1794, hace una exhortación al estudio de las
ciencias útiles, con una maravillosa intuición y un espíritu abierto
al progreso de las artes utilitarias que ya alboreaba en el resto de
Europa. En aquella «Oración inaugural» planteaba: -«Desde Zenón a
Espinosa y desde Thales a Malebranche, ¿qué pudo descubrir la
Ontología sino monstruos o quimeras o dudas o ilusiones? ¡Ah! Sin la
revelación, sin esa luz divina que descendió del cielo para alumbrar
y fortalecer nuestra obscura, nuestra flaca razón, ¿qué hubiera
alcanzado el hombre de lo que existe fuera de la naturaleza? ¿Qué
hubiera alcanzado aún de aquellas santas verdades que tanto
ennoblecen su ser y hacen su más dulce consolación?». Y se contesta:
-«Si algún estudio nos puede levantar a estas verdades es el estudio
de la naturaleza; es el estudio de este orden admirable que reina en
ella; que descubre por todas partes la sabia y omnipotente mano que
lo dispuso, y que llamándonos al conocimiento de las criaturas nos
indica los grandes fines para que fuimos colocados en medio de
ellas».
Seis años después, con fecha de 7 de mayo de 1800, escribía
Jovellanos a su amigo el Canónigo Posada una larga carta sobre la
ampliación de estudios en su querido Instituto...: «Deseo que mis
matemáticos contraigan los principios y el uso de un buen estilo
didáctico para que consultando, informando, proponiendo,
escribiendo, puedan dar orden y claridad a sus ideas». Y sigue
después: «No es fácil dar a Vmd. una razón de lo que es nuestro
curso y menos de lo que será, porque tratamos de irlo perfeccionando
con la experiencia. Por ahora se reduce: primero, a unas lecciones
preliminares sobre la formación de las ideas; segundo, a unos
elementos de gramática racional o general en que se descubra la
lógica del lenguaje en dos partes: (a) primera, por los oficios de
las palabras en él; (b) segunda, por el enlace de las mismas
palabras... para formar juicios y encadenarlos. Esta última parte se
irá ampliando más y más hasta embeber en ella cuanto es esencial al
conocimiento de la Retórica y de la Lógica. Y como esta última anda
envuelta en la Metafísica, se preparará a los jóvenes para tomar
conocimiento de ésta, pasar a la Teología natural, que rigurosamente
es una parte suya y acabar con la Ética, que toda se apoya y deriva
del conocimiento del Sumo Bien, contenido en su antecedente. A esto
debe suceder la Historia de la Religión, para perfeccionar el
conocimiento del Dogma que desde la escuela habrán estudiado en el
Catecismo. En suma, un método sencillo, acomodado al objeto, pocos
preceptos, ejemplos muchos, poco fiado a la memoria, mucho a la
explicación paciente y constante hasta que se sepa haberse entendido
cuanto se propone».
Nuestro prócer fue un hombre adelantado a su tiempo, progresista,
con amplia visión de futuro, pero teniendo siempre presente la
existencia de un ser superior, creador del mundo, donde colocó al
ser humano con el encargo de mejorarlo.
Jovellanos vivió de acuerdo con unos principios éticos inspirados
en la moral cristiana y quería extender esa clara conciencia a los
demás. Si viviese ahora sería un adelantado, amante del
conocimiento, como otros muchos sabios, investigadores, científicos,
que siguen contribuyendo al progreso de la Humanidad sin renunciar a
sus creencias y a su fe.
Como jurista, Jovellanos defendería el derecho a la vida.
Condenaría a quienes hacen apología del delito del aborto,
llamándolo «interrupción voluntaria del embarazo» cuando es un
asesinato de niños indefensos. Hoy, Jovellanos podría ser miembro de
entidades culturales o científicas, como otros investigadores y
juristas amantes del progreso. Desde dentro de la Sociedad Bioética,
seguiría defendiendo sus planteamientos. Otros lo están haciendo de
forma responsable, con respeto al embrión y al feto y defendiendo la
vida como un bien esencial.
Benigno Blanco, jurista, considera que hay que conceder al
embrión una presunción de existencia. Cuando está en juego el
derecho a la vida, a quien hay que tratar con justicia no es al
progreso ni a los científicos, sino al embrión, y por tanto, de la
misma forma que uno no es culpable mientras no se demuestre lo
contrario, porque la libertad es un derecho fundamental, el embrión
es persona mientras no se demuestre lo contrario. Y no se ha
demostrado.
Benigno Blanco es el presidente del Foro Español de la Familia
(FEF). Sus planteamientos de la defensa de la vida puede decirse que
son los mismos que los de su colega Melchor Gaspar de Jovellanos.
«Es urgente una movilización general de las conciencias y un
común esfuerzo ético, para poner en práctica una gran estrategia en
favor de la vida. Todos juntos debemos construir una nueva cultura
de la vida: nueva, para que sea capaz de afrontar y resolver los
problemas propios de hoy sobre la vida del hombre; nueva, para que
sea asumida con una convicción firme y activa por todos los
cristianos; nueva para que pueda suscitar un encuentro cultural
serio y valiente con todos. La urgencia de este cambio cultural está
relacionada con la situación histórica que estamos atravesando, pero
tiene su raíz en la misma misión evangelizadora, propia de la
Iglesia» (EV n. 95).
«Para esta tarea están llamados a actuar especialmente los
educadores, los catequistas, las comunidades parroquiales, las
instituciones y organizaciones de la Iglesia, los religiosos, las
asociaciones de apostolado seglar, y todas aquellas instituciones
civiles que compartan una visión cristiana del hombre. La vida
asociativa cristiana es hoy más necesaria que en otras épocas en
orden a dar una respuesta pastoral adecuada ante los grandes
desafíos de nuestra época. No basta la acción individual de cada uno
cuando los problemas tienen una estructura social y cultural. Si
queremos actuar con eficacia pastoral necesitamos: sólida vida
espiritual, preparación intelectual, organización, audacia
misionera, y una profunda espiritualidad de comunión... Jovellanos,
con sus ideas, sería necesario aquí, hoy, para defender la vida,
contra los abortistas.
Carlos Roces Felgueroso es miembro del Foro Jovellanos |